lunes, febrero 08, 2010

the subtle sound of...

El rostro enjuto precede la marcha de las palabras, que como la fortuna, se labran en silencio.
Te veo fijamente aún cuando tu ries y te deleitas sin saber lo que siento.
Y danza mi sangre como tu lo hiciste otrora, reflejando la vida como la siguiente aurora.
Obnubilante y celera, tu estela, mis ojos envuelve en una absurda ceguera.
Tu diáfano ser, en mí, el solaz de la esperanza engendra.
Tan alto y constante que tu acimut es para mí lo naciente de lo etéreo.
Y el esperar que en ti pueda encontrarme, será lo subrepticio de mi último aliento.

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