-On a dark desert highway, cool wind in my hair
Warm smell of colitas rising up through the air...-
De repente me di cuenta que no había a quién gritarle, el ebrio que había entrado vociferando y tambaleándose ya se iba, como que el color me volvió,
-¿¡Cual pinche color!?, seguía pálido como la cerveza inglesa (poco redundante analogía)-
Ok ok, no fue el color pero si la imágen de tranquilidad que tanto miedo me da romper, ésa tranquilidad que me da recordar su nombre, no porque yo sea un soso, sino que es relajante, no la amo, sino que siento que me entiende, que no tengo que decirle porque el cielo es azul, sino que ella me inventa el siguiente color que tendrá.
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