Aciaga visión de oclusiva figura que acalla la murmuración del incoherente y advierte la derrota del osado que ha, por fin, orillado a mí beligerante mandrágora a salir de mi cuerpo.
1.28.2013
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El alivio de una asfixia generalmente venida de una insaciable necesidad de insuperable comunicación, condicionada por una falta de expresión, encuentra su reposo en el lenguaje que se aprende desde la cuna, pero hay otras dolencias que no se curan mas que explicándose en palabras que no son ajenas.
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