-Déjala, esta muriendo...era su deseo...- Agitada gruñía al pasar corriendo junto a la ventana al fondo del sótano.
-Ella confía en mí, no la voy a abandonar...- Respiraba al tiempo que intentaba seguirlos.
-¡Puta necia, ha muerto!-
-No, ella no...- Frase que se vio interrumpida por el metálico accionar de las cuchillas en la trampa y por un grito ahogado que se pudo interpretar como un fulminante ahogamiento. Sólo él volteo y miro con desdén la cabeza cercenada de la traidora.
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