11.09.2012

a titulo personal

La conciencia siempre ha sido un remedio social, es como una bandada de aves migrando al sur, la primera en esforzarse es siempre la primera en cambiar de posición con alguna otra que traiga renovados bríos y es siempre el ave situada en este peligroso lugar el que dirige al resto de la bandada, peligroso porque cualquier viento puede redireccionar la orientación de la mas instintiva ave, si esta cambia el recorrido los demás le seguirán porque es una cuestión instintiva.

La introspección por otro lado es una forma mas personal de avanzar sobre una senda, allende de lo válido como premisa de racionalidad, es el sello de la individualidad al que he de enaltecer, la esencia de cada uno como intemperante, que aún siendo sinónimos entre sí no son homólogos. Es por eso que cuando alguien apela a mi conciencia o a la de cualquier otro (por lo que pudiera importar) mi pensamiento lo desentraña como un craso error.

No hay comentarios:

Publicar un comentario