¿¡Qué queda de ésos días y encuentros casuales o no casuales en los que desearías no darle espacio al tiempo, no abrir los ojos para no saber que el ídem ya pasó!?
2.11.2010
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El alivio de una asfixia generalmente venida de una insaciable necesidad de insuperable comunicación, condicionada por una falta de expresión, encuentra su reposo en el lenguaje que se aprende desde la cuna, pero hay otras dolencias que no se curan mas que explicándose en palabras que no son ajenas.
Polvo y memoria... Saludos.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminardisculparás que no responda cabalmente, pero que pinche hueva me da el que no me entiende me lea y el que cree que lo hace, peor aun, me comente!
ResponderEliminarja ja ja
los saludos que hagan falta para sentirte recordada!
Tsssss, qué pedo con tu vida, hombre, ¿se te cayó el mundo solito?, ¿las cosas no van como quisieras?, ¿SIGUES ABANDONADO?, ¿a quién chingados extrañas tanto? Creí que el acuerdo había sido que yo sería la amargada.
ResponderEliminarCaray, caray, tú sólo te contradices: si tanta hueva, para qué chingados me contestas, NUNCA TE LO PEDÍ, cabrón.
Gracias por la recordada, con o sin saludos ;)
a mi muy poco perspicaz somnolienta:
ResponderEliminarfar too far from being correct, even so, near from me...